Cómo transcribir el trabajo de sus artistas en residencia
Francisco Suárez es el fundador de la residencia artística No Lugar con sede en Quito, Ecuador.
Los artistas son recibidos por periodos de estancia que varían de dos a cuatro semanas, durante los cuales realizan procesos, investigaciones y obras, en contacto con el personal de la residencia y la comunidad cultural.
Como cada proyecto es diferente, y como los artistas van a su propio ritmo sin presión de un producto final que mostrar, siempre es difícil planificar cómo van a interactuar con el público local. "Al final hacemos una presentación pública que no tiene por qué ser una exposición, porque de nuevo no sabemos con precisión qué se va a producir, qué va a resultar del proceso de residencia de cada una de las personas con las que trabajamos", explica Francisco Suárez.
Entre las posibilidades de presentación, se puede pensar en revisiones de portafolios con artistas locales, presentación de proyectos con las comunidades locales, talleres, charlas y debates, o un estudio abierto "que no está pensado como una presentación de obras terminadas o piezas acabadas, sino como un paréntesis dentro del proceso de trabajo del artista, del residente y también, sí, a veces pueden tener una exposición", dice el fundador.
Aunque una exposición completa puede necesitar más tiempo, en su opinión, dos meses son preferibles en este caso para producir una obra acabada y establecer los materiales de comunicación, encontrar algunos posibles patrocinadores y colaboraciones, tal vez incluso un curador. "Pero claro, estas son variables muy, muy imprecisas, porque también depende mucho de los tiempos de producción y reflexión de cada uno de los artistas o residentes. Así que hemos generado estas medidas, pero nos parece interesante, de nuevo, generar estos procesos públicos para que la gente se entere de lo que pasa en la residencia", confiesa Francisco Suárez.
Otra forma de conseguir cierta visibilidad sobre la residencia y sobre los proyectos que producen los residentes, es el espacio dedicado a los artistas en la web de No Lugar. "Generamos unos perfiles en nuestra página web de cada uno de los artistas, y les pedimos que generen una bitácora a modo de diario de campo donde podamos abrir reflexiones. Es un registro de las actividades que se están haciendo para que una vez más el público pueda acercarse un poco a estos procesos", indica Francisco Suárez.
No Lugar lleva más de una década trabajando y nunca encasilló sus formatos de trabajo, siempre teniendo en cuenta el contexto latinoamericano y adaptando su gestión a las necesidades del entorno local. "Estamos reflexionando todo el tiempo, reinventando, repensando todo el tiempo cómo y qué tipo de oferta vamos a generar, pero siempre desde una conciencia, de lo que está pasando en el circuito, de cómo nuestro trabajo también puede contribuir a reflexionar, a medida que el circuito se profesionaliza. Que pasen cosas interesantes y que no se queden estancadas, creo que es una cosa que estamos pensando todo el tiempo como espacio", concluye Francisco Suárez.